El propósito de las preguntas frecuentes es ayudarte a responder dudas sobre la preparación, el proceso quirúrgico y el post operatorio de una cirugía de nariz. Sin embargo, es imprescindible agendar una primera consulta para especificar las necesidades de cada caso.
Todos experimentamos el dolor de manera diferente. Es posible sentir molestias moderadas y estas pueden controlarse eficazmente con el uso de analgésicos simples durante varios días, incluso en los casos más complicados.
Los hematomas temporales debajo de la piel y alrededor de los ojos son frecuentes si ocurre la modificación de tejidos blandos y especialmente de huesos, puesto que conduce inevitablemente a lesiones de los vasos sanguíneos más finos. Generalmente, estos siempre desaparecen entre 10 y 15 días después.
Se recomienda mantener un reposo relativo durante la primera semana.
A partir del tercer día, y una vez que se retiren los taponamientos (si los hay), puedes salir de una forma prudente, en función del estado general.
Es recomendable no exponerse mucho al sol.
A partir de los 7-10 días, se puede iniciar la actividad escolar o laboral sin esfuerzos.
La actividad física y los esfuerzos con completa normalidad se recomiendan a partir de la tercera o cuarta semana.
El deterioro más común es una sensación temporal de presión y tensión en la cara y alrededor de la nariz como resultado de la inflamación de la piel y los tejidos blandos. Este tipo de molestias tiende a remitir al cabo de unos días y desaparece a más tardar cuando la herida se ha curado por completo.
Debes evitar sonarte la nariz durante las primeras 4 semanas. Solo es aceptable el uso de pañuelos de papel limpios para limpiar cuidadosamente la secreción. Si hay mucha secreción en la nariz, utiliza gotas nasales descongestionantes y luego realiza duchas nasales para limpiar la nariz.
Si tienes que estornudar, hazlo con la boca bien abierta y no con la nariz. En casos desfavorables, la fuerte y repentina acumulación de presión en la nariz puede causar hemorragias nasales postoperatorias.
Cualquier actividad física debe ser restringida. El deporte debe evitarse estrictamente durante las primeras seis semanas. El esfuerzo físico da como resultado un aumento significativo en la circulación sanguínea de la cara, lo que puede provocar la hinchazón de la nariz.
La retirada del material de sutura de la columela y de las férulas de silicona del tabique nasal dentro de los primeros días posteriores a la cirugía puede resultar algo incómoda, sin embargo, tampoco se asocia a un dolor importante. Del mismo modo, el cuidado regular de la nariz que uno mismo se proporciona mediante duchas nasales y la aplicación de ungüentos/aceites nasales también facilitará estas molestias.
Los cambios temporales en la percepción sensorial son comunes después de la cirugía, especialmente en el área de la punta de la nariz. La sensibilidad de la piel está alterada debido a la manipulación subcutánea y al edema posquirúrgico. Se siente entumecido. La recuperación gradual y generalmente completa ocurre después de unas pocas semanas.
Debe evitar la exposición solar directa durante las primeras seis semanas después de la cirugía. El efecto del calor conduce a un aumento de la circulación sanguínea, que puede manifestarse en un aumento de la hinchazón. Recuerda aplicar protector solar con un factor de protección alto durante las primeras semanas.
La dieta es libre, según tolerancia, evitando siempre comer o beber alimentos o bebidas excesivamente calientes. Es recomendable beber abundante agua.
Se recomienda dormir preferentemente boca arriba, con el cabezal de la cama un poco elevado (unos 30 grados) o utilizar cojines adicionales.
Los resultados completos de una rinoplastia pueden verse a partir de los 6 meses y hasta los dos años en procesos más complejos. De todas formas, cada paciente es único y dependerá de su proceso de recuperación.
Molestias de garganta al tener que respirar por la boca. Es recomendable beber abundante agua para mantener la zona hidratada.
Que rezume restos de sangre y secreciones durante y después que tenga el taponamiento nasal. Por su comodidad puede poner una bigotera nasal con gasa que puede cambiar varias veces al día.
La sensación de congestión, dolor de cabeza, ojos llorosos y congestión de oídos durante el tiempo que lleva el taponamiento nasal.
Una vez retirados los tapones (si los hay), mientras vaya enjuagando la nariz, notarás que salen costras sanguinolentas (es el proceso de cicatrización normal del tejido dentro de la nariz).
Molestias y alteraciones de sensibilidad en la punta de la nariz y en la parte anterior del paladar y dientes superiores las primeras semanas.
Rara vez ocurren vómitos con restos de sangre las primeras 24-48 horas.
Rara vez hay febrícula durante la primera semana.
Inicialmente, el tejido blando suele sentirse notablemente más duro. La punta de la nariz parece algo menos móvil de lo que solía ser. Esto es normal. La razón de esto es que la hinchazón y los cambios estructurales en el tejido provocan un endurecimiento significativo. De hecho, esta es una indicación esperada que indica que se ha recuperado la estabilidad de la nariz, lo que a su vez es importante para un resultado estético favorable y duradero. La hinchazón causada por la acumulación de agua en los tejidos primero tendrá que retroceder gradualmente. Dependiendo del grosor de la piel, este proceso puede durar varios meses.
Evita agachar la cabeza, levantar pesos, sonarse o hacer esfuerzos de aspiración por la nariz. Si tienes que estornudar, hazlo con la boca abierta.